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Abril 2025

Rol estratégico del molibdeno en la fisiología de los cultivos

En una agricultura moderna cada vez más exigente, donde la sostenibilidad y la eficiencia nutricional son pilares fundamentales, los micronutrientes adquieren un protagonismo creciente. Entre ellos, el molibdeno (Mo) se presenta como un elemento estratégico, indispensable en diversos procesos fisiológicos, especialmente en la asimilación del nitrógeno y la formación de estructuras reproductivas.

Aunque su presencia en los planes de abonado ha sido históricamente marginal, hoy sabemos que una deficiencia de molibdeno puede comprometer seriamente el rendimiento y la calidad de numerosos cultivos.

¿Qué es el Molibdeno y por qué es esencial?

El molibdeno es un micronutriente requerido en cantidades mínimas pero con funciones vitales. Participa como cofactor en importantes enzimas, destacando:

  • Nitrato reductasa: convierte el nitrato absorbido en formas utilizables por la planta (amonio).
  • Nitrogenasa: fundamental en la fijación biológica de nitrógeno en leguminosas.

Además, favorece la transformación del fósforo orgánico en formas disponibles y tiene efecto en la síntesis de compuestos antioxidantes, lo que lo convierte en un modulador clave del metabolismo vegetal.

Funciones del molibdeno en las plantas

  • Metabolismo del nitrógeno: facilita la conversión de nitratos en amonio, base para la síntesis de aminoácidos y proteínas.
  • Fijación de nitrógeno en leguminosas: activa el desarrollo y funcionamiento de los nódulos.
  • Reproducción vegetal: mejora la formación y viabilidad del polen.
  • Movilidad de fósforo y sinergia con boro: clave en procesos de floración y cuajado.
  • Síntesis de compuestos bioactivos: relacionados con la tolerancia al estrés.

Consecuencias de la deficiencia de molibdeno

La deficiencia de molibdeno se manifiesta, en general, en suelos ácidos o con bajo contenido de materia orgánica. Sus efectos pueden confundirse con otras carencias:

  • Clorosis en hojas jóvenes, por acumulación de nitratos no asimilados.
  • Retraso en el crecimiento y debilitamiento general de la planta.
  • Pobre desarrollo floral y abortos de flor.
  • En leguminosas, ineficiencia en la fijación de nitrógeno, con nódulos poco funcionales.

Cultivos beneficiados por la aplicación de molibdeno

Diversos estudios han demostrado beneficios agronómicos importantes con la aplicación de molibdeno, aunque su efecto varía según el tipo de cultivo y sus necesidades fisiológicas:

  • Tomate y cerezo: mejora la calidad del polen y el cuajado, incrementa el contenido de antioxidantes y favorece el desarrollo equilibrado de la planta.
  • Melón y otras cucurbitáceas: aunque el molibdeno no estimula directamente la floración, sí mejora la viabilidad del polen y favorece el cuajado de los frutos, al optimizar el metabolismo del nitrógeno y su sinergia con otros micronutrientes como el boro.
  • Vid (variedades tintas): contribuye a un mejor aprovechamiento del nitrógeno, con efectos positivos en la síntesis de compuestos fenólicos como las antocianinas.
  • Frutales de hueso y pepita: favorece la fertilidad floral y la retención de frutos, siendo clave en el éxito del cuajado.
  • Brócoli, coliflor y otras crucíferas: en estos cultivos el molibdeno actúa principalmente sobre el metabolismo del nitrógeno, mejorando la reducción de nitratos y favoreciendo la formación de compuestos sulfurosos.
  • Leguminosas forrajeras y de grano: mejora la eficiencia en la fijación biológica del nitrógeno al activar enzimas clave en los nódulos radiculares.

Formas de aplicación y recomendaciones prácticas

  1. Aplicación Foliar
    • Ideal para corregir deficiencias rápidas o en momentos clave como prefloración, floración y desarrollo vegetativo.
    • Dosis orientativas: 100–300 g/ha de Mo puro, divididos en varias aplicaciones.
    • Alta eficacia en cultivos hortícolas, frutales y cereales.
  2. Fertirrigación
    • Aporta continuidad y uniformidad.
    • Recomendado en sistemas de riego localizado, especialmente en suelos ligeros.
    • Dosis sugerida: 50–100 g/ha de Mo puro por ciclo.
  3. Aplicación al suelo
    • Menos común, pero útil en suelos con pH ácido, donde la disponibilidad del molibdeno disminuye.
    • Puede emplearse en pre-siembra o como enmienda de fondo.
  4. Factores que influyen en su eficacia
    • pH del suelo: a menor pH, menor disponibilidad de Mo. Puede requerir encalado previo.
    • Antagonismos: niveles altos de sulfatos, hierro o aluminio pueden dificultar su absorción.
    • Sinergias: su combinación con boro potencia el efecto sobre floración y cuajado.

Las soluciones MERISTEM

Meristem dispone de varias formulaciones diseñadas para aportar molibdeno en los momentos más adecuados del ciclo del cultivo:

Conclusiones

El molibdeno, aunque presente en dosis mínimas en los tejidos vegetales, cumple funciones estratégicas en el metabolismo, la floración y el aprovechamiento del nitrógeno. Una correcta estrategia de fertilización, que incluya su aplicación junto con otros nutrientes clave, puede marcar la diferencia en floración, cuajado y aprovechamiento del nitrógeno.

Referencias

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